Nombre:
Hilario Jiménez Gómez
Origen:
Montanchez (Cáceres) 1974
Identidad:
Profesor, Ensayista, poeta...
Enlaces:
Blog: http://hilariojg.blogspot.com.es/
Web: http://hilariojg.webnode.es/
Facebook: https://www.facebook.com/hilario.jimenezgomez
Contacto
HILARIO JIMÉNEZ GÓMEZ (Montánchez, Cáceres, 1974) es Licenciado con Grado en Filología Hispánica y profesor de Lengua castellana y Literatura. Se ha especializado en la vanguardia, los autores del 27 y la poesía española contemporánea, publicando diversos artículos, ensayos y ediciones críticas sobre Antonio Machado, Federico García Lorca, Rafael Alberti, María Teresa León, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Juan Antonio Gaya Nuño, Félix Grande o Concha de Marco, entre otros.
También se ha acercado a la creación poética con varios poemarios y textos sueltos aparecidos en revistas literarias y publicaciones colectivas.
Es el Cronista Oficial de la Antigua y Leal Villa de Montánchez, su pueblo natal sobre el que ha escrito algunos libros interesantes. Desde 2006 mantiene abierto en internet su blog «Ausencias». En su diario Exprimiendo limones de madrugada han quedado recogidas sus páginas más personales.
ENSAYO
Literatura:
Historia:
EDICIONES
POESÍA
POESÍA EN LIBROS COLECTIVOS
DIARIOS
• Francisco Javier Díez de Revenga: Lorca y Alberti, dos poetas en un espejo (2001)
• Gregorio Torres Nebrera: En un triángulo de ausencias (2004)
• Antonio Colinas: Pablo Neruda, un corazón que se desató en el viento (2007)
• Hilario Barrero: Exprimiendo limones de madrugada (2013)
• Manuel Simón Viola: Exprimiendo limones de madrugada (2013)
• Pedro Guerrero: Juan Antonio Gaya Nuño y Rafael Alberti (2016)
• Manuel Pecellín: Juan Antonio Gaya Nuño y Rafael Alberti (2017)
EL COLECCIONISTA DE INVIERNOS
For they are actions that a man might play.
But I have that within which passeth show
These but the trappings and the suits of woe.
Hamlet, W. Shakespeare
I
Empezar de nuevo y avanzar
por la misma calle estrecha bajo la lluvia,
con las manos en los bolsillos
apretando esa piedra blanca
que marcaba el camino,
mendigándole el deseo de siempre.
Sabemos lo que somos
pero no lo que podemos ser
porque nacimos en un vuelo
y ahí seguimos, irremediablemente.
II
Mirar atrás revolviendo el pasado
con ecos que se encierran en el otro yo.
A todos presta oídos, tu voz a pocos
y así la niebla no ahogará
ningún cuerpo deshabitado, infértil.
Y ya sin consuelo un árbol
jamás volverá a ser río
ni el mar dejará de moverse
para escuchar al hombre
que ama los desiertos
que existen demasiado.
III
No te quites los zapatos en público
ni salgas de casa desnudo, sin luz;
sobre todo, sé fiel a ti mismo.
Que las gafas te sirvan para distinguir
vientos propios más que ajenos,
porque una vez que duermes atado
ya nunca sabrás soñar solo.
Abrázate a mi duda;
por si aún no lo sabes
volar no es privilegio de los pájaros.
IV
Di. Piensa. Actúa.
Levántate. Descansa. Corre.
Soy más feliz cuando tú me miras.
Palabras, palabras, palabras…
Y sin embargo qué fácil era comenzar
cuando en la ida ya conocías
el pusilánime atajo de regreso.
Y te ves observando en una fotografía
el patio desigual de un colegio,
secretos cementados en el abrigo,
maletas vacías, futuros inciertos.
No sé por qué pero sucede
que me paso la vida
coleccionando inviernos.
V
Vuelve, nunca te acabes
pero no mires la tumba que abro
para enterrar locuras y papeles.
Yo ya no soy de aquí
porque he buscado tanto
que mis ojos caben
en un espejo minúsculo
que acecha.
Morir, dormir,… Soñar acaso.
No he podido venir de más lejos
que de mí mismo.
(De El coleccionista de inviernos, 2016)