Nombre:
Ben Clark
Origen / residencia actual:
Ibiza (21/06/1984) / Mérida
Identidad:
Poeta y Traductor.
Enlaces en redes:
Instagram: @benclarkpoeta
X: @benclarkpoeta
Contacto
Ben Clark (Ibiza, 1984) es poeta y traductor, graduado en Estudios Ingleses por la Universidad de Salamanca. Ha publicado, entre otros, los poemarios "Los hijos de los hijos de la ira" (XXI Premio de Poesía Hiperión), "Cabotaje" (Delirio, 2008), "Basura" (Delirio, 2011), "La Fiera" (Sloper, 2014), por el que obtuvo el Premio El Ojo Crítico de RNE de Poesía 2014, "Los últimos perros de Shackleton" (Sloper, 2016), "La policía celeste" (Visor, 2018), por el que obtuvo el XXX Premio Loewe de Poesía, "Armisticio (2008-2018)" (Sloper, 2019). Ha traducido la obra poética de Edward Thomas, Anne Sexton, Stephen Dunn y Saul Williams, entre otros. Es patrono de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores de Córdoba y tutor de poesía de los residentes becados. Desde 2020 imparte la asignatura de Poesía en el Máster Virtual de Escritura Creativa de la Universidad de Salamanca. Actualmente dirige desde Mérida, Badajoz, el sello editorial Isla Elefante, especializado en poesía contemporánea. Su último libro es Demonios (Sloper), Premio de la Crítica de poesía castellana 2023.
-Premio de la Crítica de poesía castellana 2023.
-Premio Loewe de Poesía 2017.
-Premio El Ojo Crítico de RNE de Poesía 2014.
-Premio Ciutat de Palma "Joan Alcover" de poesía 2013.
-IV Premio de Poesía Joven RNE.
-VII Premio Nacional de Poesía Félix Grande.
-XXI Premio Hiperión de Poesía.
-Premio Art Jove de Baleares de poesía en castellano 2005.
LOS ROTOS
Todas las divisiones son mentira
salvo la que divide los cuerpos en dos
grupos incomprensibles entre sí.
Aquellos que se han roto y los que no.
Los rotos no pedimos demasiado:
que se nos quiera, sí,
que los que no han vivido la fractura
tengan paciencia
si mascullamos viendo las noticias
o hacemos el amor
con un poco de miedo.
Entenderás, entonces, ciertas cosas.
Por qué en casa las tazas no se tiran
y por qué a veces quiero
estar solo después de que suene un portazo.
Los ritos de los rotos, amor mío.
Ademanes que espero que no comprendas nunca.