Nombre:
Antolín Castaño Florencio
Origen:
Madrid 1967
Identidad:
Novelista.
Enlace de interés:
http://letrame.com/catalogo/producto/sobreviviendo-a-mi-vida/
Contacto
Antolín Castaño Florencio, nacido en 1967, hijo de extremeños que emprendieron el éxodo a Madrid en 1964.
Nacido en un hogar humilde donde las estrecheces económicas se compensaban con el cariño y el amor de la familia.
Heredé de mi abuelo la pasión por la lectura, publicada la novela "Sobreviviendo a mi Vida, Ángel Fernández Holguera" Una novela del pasado, rescatada en el presente y escrita con el corazón.
Actualmente trabajando en una novela que da homenaje a la vida en Madrid a principios del siglo XX. Como escenario el autor levanta en su imaginación una corrala en el barrio de Lavapiés. Un paseo por el tiempo que nos hará caminar por los recuerdos y los lugares mas castizos de aquel Madrid en blanco y negro.
Julio 2021 - Sobreviviendo a mi vida, Ángel Fernández Holguera.
Situando esta novela como punto de partida en Granada, en un pueblo sin nombre en la región de Zubia, cercano a Sierra Nevada. Un pueblo que como muchos otros estaba gobernado por caciques a los que se temía, rodeados de capataces que, en realidad, eran excombatientes del régimen, fáciles de gatillo.
Desde su majestuoso cortijo explotaba a los trabajadores de sus tierras por un mísero jornal recibido a destiempo. No había quejas, para eso estaban los capataces que podrían hacer desaparecer una familia entera bajo la tierra en el monte de las Cruces.
Aun no me he presentado a ningún certamen, todo esto ha sido algo nuevo para mí y estoy conociendo poco a poco el mundo literario.
He presentado en La Fería del Libro de Murcia, La Roca de la Sierra durante la semana de Extremadura, Montijo durante la semana homenaje a los premios de Rafael González Castell, Feria del libro de Mérida 2022 y ahora presentaré la novela en la Feria del libro de Badajoz 2022.
FRAGMENTO DE LA NOVELA.
Catalina Holguera se llamaba mi madre, hacía seis años que la muerte se la llevó por un mal, así es cómo llamaban a las muertes inexplicables o sin posibilidad de hacer frente a los gastos de su cura. Una posible infección y ser pobres para no poder llevarla a un hospital y darle un tratamiento. Nacer po- bre debería llevar consigo la salud, porque si caes enfermo y tu cuerpo no logra recuperarse por sí solo, estás muerto.
Aún recuerdo lo que dijo el médico a padre, paños de agua fría para bajarle la fiebre y procurarle descanso. Y tanto que descansó. Esa misma noche, 1 de abril de 1940, hacía un año justamente que un locutor de radio nacional dio el último parte de la guerra civil española. La guerra había terminado oficial- mente, no llegaría la paz, sí la victoria...